muchachos Pero,
el desquite!
Pensaba en vengarse de él cuando se víe-
ra fuera de allí, lo cual era el colmo del
cínismoo
Porque no desconfi
o temprano eu libert
Para cuando esto o
grandes planeso
ital vez pueda yo tomarme
o
urta, tenía formados
-=En este asunto hay mucho que explotar
-dectase áa veces, cuando refleziomaba a 507
las en los asuntos que constituían su con$”
tante preocupacióno
Y agregabas
-Si pudiese apoderarme de la hija de Tula
aún quízá ilegería a ser mía la fortuna de
Henry clarethy»
Pero para sello era preciso ante todo qué
su causa se viese, y al parecer, la cosa
íba para largos
Como había que evitar edictos a Cuba y
practicar indagatorias en Cien fuegos, 12
información del sumario era muy lenta, has”
ta el punto ds que a Domingo sólo le habían
tomsda hasta entonces una declaración, y
esa al principio de 3u encierros
Por lo mísmo que el mulato no le házo £
30 Pelegrín fijó su atención en 61 y pre
guntó a los otros: :
c¿Quién es esa? :
Los presos dijéronle lo gue de Domingo
sabían, que no exa muchoo
Hasta ignoraban a punto fijo el motivo dl
eu prisión, porque él no se había franque?”
do con nadieo
Todo esto excitó aún más la curiosidad
del amante de Rosaríoo
No sÉ por qué, me parece que ha de con-
es : ser amigo de eze hombre -d1íjose-"
1842 o
as