[ig tos después de ser anunciado, el artista fué intro-
“ba 1 ¡58 el gabinete íntimo que ya conocía, donde le espe-
Po
me z E hijo, de quien nada sabia desde hacía un tiem".
teojpia 0 le parecía una eternidad. Y a pesar de ello,
Ñ Vez 9 muy efectuosamente. El pintor, desde la prime-
licy “y Jue le vió, ls había sido excepcionalmente simipá=
al mismo tiempo al hombre y alar. +
1
sto, Miraba en él
5 eS hombre, a pesar de no tratarse de ningún Ado-
O», 0 M, resultaba una especie de hermoso: «galán ma-
pe sto Os que ha popularizado después el cine. Y co-
log des Estaba aureolado por la fama que tanta influye
Asi iZ0nes femeninos. Le E
ESA dándose instintivamente de todo eso, procuró 4
Wer 2 el tacto que su espinosa misión le imponía. -
Ir Mejas y mostrarse tan galante como requerían las cir-
de edi 2h esó la mano de Amparo y, en todo momento, '
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de E o SI se encontrase en presencia de una gran
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Viento 9 16 indifevente a tan galante y cortés com-
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MS Meda, la entrevista desde sus inicios se deslizó como
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IN ; don Adolfo por: interesarse en su salud, derro-
Mo Mont. Mesías en que abunda el buen mundo. Y, se-
Ma > ' £Omo sin darle importancia a lo que decía, ex- -
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Vio “reo, hace muchos días que nada sabe usted
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Apr YO Pudiera darle noticias de él?
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* Mcapaz de dominar sus. reacciones, se levantó
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