1605
- —Conque ya lo sabéis—dijo Borrell, resumiendo lo ex-
Puesto por él y por los que le precedieron en el uso de la pa-
labra—. No hay que declararse vencidos. ¡Eso nunca! Pero
Mo hay tampoco que proceder precipitadamente exponién-
dose a sacrificarnos sin resultado y a dificultar y retrasar el
triunfo definitivo en que confiamos y que llegará, al fin, por
Ser tan justo como necesario.
»Para asegurar ese triunfo hay que tener calma y pa-
ciencia, hay que prepararse convenientemente para luchar
Y vencer en la lucha, y hemos de contener hasta que llegue
el momento oportuno de poder desahogarlas, la cólera y la
Indignación producida en nosotros por los insistentes atro-
Pellos y las humillantes persecuciones de que somos víc»
-bimas.
Adelantóse a las protestas que parecieron estar a punto
Hle provocar estas juiciosas recomendaciones, repitiendo:
—Calma, mucha calma.
Declaró, con una enérgica sinceridad que impresionó a
todos:
S:
¿Creéis que a mí no me cuesta más aún que a vosotros
Contenerme, estando como estoy dispuesto a sacrificarlo to-
do, hasta la vida, por el triunfo de nuestra causa?
»No me contengo por mí, puesto que repito que estoy
dispuesto a todo, sino por vosotros, y puesto que por vuestro
bien lo hago, por no empeorar aún más vuestra situación
-€0 vez de mejorarla, imitad mi ejemplo, por mucho que os
- Cueste, como a mí me cuesta.
; Esta vez los rumores no fueron de protesta, sino de
*£Probación.
Puesto que tanto le admiraban y una confianza tan gran-