1713
Asi fué, efectivamente.
No pensó ya más que en aquel dinero, que consideraba
seguro, sin importarle cómo lo había ganado.
¡Las borracheras que con él podría pescar a su costa y
no a costa de los demás, como hasta entonces, si de la ope-
ración salía con vida! ]
Porque también él había de tomar parte en ella. f
Debía temer del peligro que en ella hubiese, dejando a
un lado la satisfacción de lo ganado.
Joaquín, mientras tanto, en el calabozo adonde había
sido recluido, revolcábase en el suelo, protestando desespe-
rado: . '
—;¡ Haber venido a toco con el solo fin de defen- A
der la vida del que salvó la mía, y no poder hacerlo, precisa-
mente cuando más peligra!
Asi debía desprenderse de lo que Manuel y Roque sabían
y le revelaron ocultamente, que nosotros ignoramos aún. *
—¡No habérmelo podido decir a tiempo para impedirlo!
—añadió.
Preguntábase lleno de angustia:
—¿Qué hacer?
Convencido de su impotencia pronunciaba de un modo
desgarrador el nombre del teniente Fermín y reconocía
—Se comprende que hayan tenido tanto empeño en li
_brarse de mí. ¡Yo le habria salvado!
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