FI95
—¿De qué le sirven su bondad y su inocencia?
—Su suerte es igual a la nuestra que aseguran ae ca-
recemos de la una y de la otra.
-—Más que a portarse bien, a lo que hay que atender en
la vida es a hacer lo que convenga, sin escrúpulos de ningún
género.
—Los escrúpulos son una tontería y no sirven para nada.
Como los antecedentes de Ramón habían sido puestos en
claro y sabían el modo cómo contra su voluntad vivió antes
de hallarse en condiciones de cambiar y dar principio a su
regeneración, añadían burlonamente:
—Mientras vivió fuera de la ley, la justicia no se me-
bió con él para nada.
—Y ahora que se proponía vivir honradamente, pudo
que le condenen y le castiguen por ello.
. Y deducían:
—Consecuencias del estúpido empeño de portarse bien.
—¿Para qué sirven la' honradez y la legalidad?
—Ya estamos viendo el ejemplo.
Lo cual animábales aún más a seguir siendo lo que eran.
De acuerdo con ello recomendaban al que compadecían:
—Que te sirva de escarmiento lo que te ocurre.
—Que aprendas a no sacrificarte inútilmente para con-
- seguir lo contrario de lo que deseas.
: Aunque sin hacerles caso ni tener para nada en cuenta
Sus advertencias, Ramón no les replicaba.
"¿Para qué perder el tiempo en Para si no habían de com-
piendénio? :
y Y O con pepe no cria confor me, no o les des spre-