CAPITULO TX
BAJO LA PISTOLA, UN CORAZON
¿Habíanle brotado alas en los talones al «Alegret»?,
A: gamos y galgos les daba el pistolero ventaja evidente.
En vano se esforzaban sus perseguidores por achicar la
distancia que los separaba del fugitivo. |
Y. desahogaban el despecho que nacía de su fracaso, dis-
parando contra el «Alegret», cuya movible silueta recor=
taba sobre el suelo gris la claridad proveniente del foco de
un reflector del castillo.
Tias balas, tras el seco detonar de los disparos, incrustá-
banse con ruido sordo en la tierra.
De improviso el pistolero se “precipitó osadamente por
un terraplén abajo... % Ca a d
Con una lluvia de balas fué acogido aquel salto mortal
que muy bien pudo costar la fractura de una pierna a Joa-
quín Expósito. >: e
Para imitarle, a los soldados les estorbaban la impedi-
menta que supone el: correaje, el pesado fusil de reglamen-
to y las ordinarias botazas de munición que aprisionan $us