2458
—¿Qué ha hecho?
«—Muchas cosas.
La que esto contestaba, anunció, evitando nuevas pre-
guntas con ello:
—XYa lo sabrán y lo comprenderán ustedes todo.
Ú
El haber llegado a la casa interrumpió la conversación.
Antes de entrar, Aurelia procuró convencerse de que.
tampoco eran vistos por nadie.
En contra de lo que Guillermo suponía, su madre y su
hermana hallábanse levantadas aún y sorprendiéronse tam-
bién al verle volver tan pronto y acompañado por Aurelia.
Con su bondad característica, acogieron a ésta cariño-
samente y sin incurrir en la indiscreción de dirigirle pregun-
ta alguna, a pesar de ser su curiosidad tan grande como
fundada.
Hasta Julio, que tampoco dormía todavía, acogió a la
recién llegada con una sonrisa y le tendió los brazos para
saludarla con un beso. -
Tratábala ya como a una antigua conocida.
Para evitar que de ello se enterasen, si como parecía
algo desagradable iba a suceder, Guillermo recomendó a su, !
madre y su hermana que se retiraran a descansar.