Full text: Segunda parte (2)

2790 
Valencia ella le hizo, a cambio de la libertad de los que con 
sus declaraciones podían comprometerle, como ya se ha he- 
cho. El único obstáculo para que Jorge cumpliera su pala- 
bra era ignorar el paradero de Aurelia y ya lo sabe. 
—¿Quién se lo ha dicho? 
—Yo. 
—¿También lo sabes? 
«—Ahora mismo acabo de comunicárselo. 
—¿Cómo lo has descubierto? 
—De la manera más fácil y sencilla. ¿No hemos descu- 
bierto el refugio de aquellos por los que Aurelia se interesa 
y a los cuales defiende de nosotros con sus amenazas? Pues 
allí a su lado, junto a su hijo, debe de estar también ella. 
—Eso no es más que una suposición. E 
—Fundada. 
—¿Y si te equivocas? 
—$i Aurelia no se oculta allí, puesto que allí está su 
hijo, irá alguna vez a verle. 
—Probablemente. 
—¿Cómo ha de renunciar a ver a aquél por el que hace 
lo que hace? 
. 
—Lo uno estaría reñido con lo otro. 
—Pues para el caso será lo mismo que si allí viviera. Jor- 
ge vigilará aquellos alrededores, la verá, la descubrirá, y, 
todo lo demás queda por cuenta Hui 
Ferratges amenazó: 
—¡Ay de él si no cumple lo petit 
Y volvió a afirmar: : 
De Aurelia Reyes nos veremos libres muy pronto. 
$ 
  
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.