Full text: Tomo segundo (002)

  
CAPITULO Vil 
LA VOLUNTAD DE LA DIFUNTA 
El marqués se envolvió en su bala y 
fué a sentarse junio al baicón, . 
Poco después entró Micaela en el gabl- 
nete; pero como aquella honrada mujer 
-se sonreía, el marqués se tranquilizó, 
«¿Qué es esto, Micaela? ¡Usted aquí y 
en este díal ¿Qué ocurre? 
Nada malo, señor marqués—contestó 
Micaela, estrechando la mano que le ten- 
día el viejo aristócrata—, sino que hoy 
se cumple el plazo, 
¿El plazo?—preguntó don Pablo, sin 
comprender lo que le decía. 
Hoy hace tres meses justos que la 
'buena condesa dejó de existir, 
——E8 verdad—contestó el anciano .mo- > 
viendo tristemente la cabeza. 
Y como doña “Luisa antes de morir 
me dió un encargo... 
Gima AR! 
SA me entregó un ianelós Aso 
del cual. había una carta dándome ins- 
trucciones, EA 
—¡Y usted ame lo ha ocultado! 
—Era necesario, si había de ers 
las instrucciones que me daba. 
-—¿Y qué instrucciones son esas? 
A cumplirlas vengo—añadió Micaela, - 
sacando el mismo paquete que le había 
regado la condesa antes de morir, y 
lejándole sobre una mesa... 
- Luego tomó del ia un papel y 
dijo: 
—Lo más 'senelilo: es que Jea la. carta. | 
; Oiga usted, señor marqués. 
Y Micaela se puso a leer. en: voz dde 
lo que sigue: 
«Micaela, amiga mía; Es lento la 2on- 
“fianza que usted me inspira, que voy S 
cerla depositaria de mi última volun-- 
tad. Sé que cumplirá usted mis encargos 
_postreros, y que la. pobre Margarita ten- 
'á en usted una madre cariñosa, Este 
| pensamiento me consuela y me Cira e 
za ues 20: dudo que su Doe será 
/ 
bendito por la pobre buértana a quien 
tanto amo, 
Adjunto con esta carta encontrará us- 
ted, en el paquete sellado que le entrego, - 
dos millones de reales en billetes del Ban- 
co de España; ellos constituyen todas 
mis economías de veinte años, pues' des- 
de el día que me casé con el bondadoso 
e ilustre conde de San Marino me pro- : 
puse reunir un dote a Margarita, de la 
pensión que mi esposo me daba mensual- 
mente para mis gastos de tocador. Lao 
Estoy contenta porque lo he Sacra ” 
do viviendo con cierta modestia, que más 
de una vez me reprendió av ml 
esposo, 
Cien mil duros datos: producir una 
bonita renta, que manejada con pruden; 
cia le pondrá al abrigo de todo contra- 
tiempo. Guarde usted, pues, la suma, y" 
le suplico. pad con exactitud mis de E 
Tres meses después de mi muerte, 88 . 
presentará usted en casa del marqués de 
Malf. + 
Si, como. creo, Margarita. vive. con él, 
«pedirá usted a mi padre. la mano de la. 
huérfana para su hijo Miguel. 
Es de esperar que el marqués. acceda 
4 su petición, sabiendo. que yo deseo que 
se Casen, Y además, el noble anciano 
ama tanto a nuestra querida. huérfana, a 
“su buena Margarita, que nada sabrá ne-. 
garle, pues su único ADN tune en. 
verla feliz. PRA 
Adiós, Micaela; sl es cierto que. ls uE. 
Mas van a descansar de las amarguras 
- infinitas que sufren en la tierrá en,otra 
mansión más apacible que la de los hom- 
bres, la mía gozará desde el cielo viendo 
1á felicidad: de Margarita y Miguel. 
Adiós, amiga mía, y no dude que mi. 
último pensamiento será. todo de astedes, 
—Luisa. UE 
_ Cuando Micaela. terminó la lofts. de 
E Angel de la o ción 198, 
 
	        
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