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- habían acudido a la subasta. Muchos pertene-
cían a varias Ordenes religiosas; sacerdotes que
iban a comprar los bienes parafernales de las
- capilla, a menos que fuesen a parar a manos.
_profanas. Otros eran hombres de negocios y
agentes que iban a pujar. Un hermano de as-
- pecto clerical se prestó voluntario a manejar el
- martillo, imprimiendo a su oficio de subastador
la anomalía de una escogida ¿AGhión. y unos mo- A
| dales llenos de distinción. ] A
Fueron adjudicados varios objetos de menor y
cuantía, y y dos asistencias sacaron 1%. imagen ee
de la Virgen. e
Robbins comenzó trader diez pr Un e
hombre corpulento, vestido con hábitos, pujó a ee
- Quince. Otra voz del grupo subió a veinte. Los
tres continuaron pujando de cinco en cinco dó-
lares hasta que la oferta llegó a cincuenta. En-
tonces. el hombre corpulento calló, y Robbins, |
Y como dando un. golpe de mano, ofreció cen
. —Ciento cincuenta—gritó nas |
—Doscientos—pujó BODAS 7 0
e —Doscientos cincuenta—dijo. su competidor e
- prontamente. IO tos z dE
E periodista dudó. por Aepacio de un relám- ES
e pago, calculando lo que podría sacar a sus com-
-/ pañieros de redacción y lo que podría exprimir E
2al administrador. a cuenta es su alicia xmen- no
sualidad. Sy |
y —Trescientos—gritó.