- AMIGOS EN SAN ROSARIO Pe CA e E
que la entregara nombre y fortuna. Hasta los
pequeños, que eran traviesos como cachorros de
tigre y solían trepar sobre Bob siempre que
penetraban en la Audiencia, pataleaban sin se-
pararse. el uno de la otra, como las perdices. E
Era su primer viaje en la laca a la dai de
las sombras. ¡ A
Bob se levantó y. salió de la oficina sin desir q
palabra. El gran jurado hallábase reunido, y
ante él fué. Bob y se declaró culpable del robo, de
añadiendo que lo. había perdido en una partida
de “ poker”. A los quince minutos recibí. orden E
4 de arrestar al hombre que fué para. mí un her- ENE
mano durante muchos años. e
_ Le arresté, y ro señalando € con el dedo,
la AUT y y
—Ahí está mi casas aquí. mi. uñe allá :
está. Maine, por alí se va a California. y allá se. ¡ E A
que se reúna el de bunal.. Estás a mi cargo y es E de
mía la responsabilidad. No p más. que le Pd