Full text: La mano sangrienta

  
  
   
  
  
  
  
  
  
  
     
   
El lector recordará que, en el instante 
en que los caballos de Carot caían para 
no levantarse más, vió venir, a galope, 
en su misma dirección, un caballero. 
- No paró atención en aquel apresurado 
viajero. La maldita carretilla del falso 
aldeano tenía, en aquel minuto trágico, 
más importancia a sus ojos. Sin embargo, 
si hubiera adivinado quién era aquel ca- 
ballero, habríase apresurado a ira su 
encuentro a todo correr, haciéndole se- 
_ñales de inteligencia. 
Pero el Destino, contra el cual no po- 
demos luchar victoriosamente, quiso que 
Carot cayera en las garras de Eblis. 
El caballero, con el cual el lector estará 
“encantado de trabar, de muevo, conoci- 
miento, pero a quien no nombraremos 
por el momento, montaba un magnífico 
caballo de raza, capaz de correr sin can- 
sancio tres leguas por hora, durante tres 
horas. 
El caballo era de pura sangre, y el que 
lo montaba parecía formar con él un 
solo cuerpo. 
Era un hábil jinete. Alto, el cuerpo y 
Una antigua amistad 
la cabeza envueltos en ancho abrigo gris 
terroso, muestro viajero tenía un aire sin- 
gular que llamaba la atención de los que 
se cruzaban en su camino. du mirada pe- 
netrante siguió con todos los detalles el 
accidente sobrevenido a Carot. Vió caer 
loz dos caballos, a Carot correr delante de 
la carretilla, hablar con el aldeano, con- 
certarse con él y subir al coche. 
Quedó sorprendido por la velocidad 
con que el viejo vehículo, que parecía 
arrastrado por un matalón, fué llevado 
por éste, que, de pronto, pareció un ca- 
ballo de raza. Vió el accidente de la ca- 
lesa, el combate. : : 
A los primeros tiros de los Compañe- 
ros de la Noche, apretó los ijares de su 
montura, soltó las bridas, y el caballo, 
luego de acortar el andar, tomó el trote, 
y otra vez el paso. | ] 
Tendría el viajero graves motivos para 
obrar así, y, evidentemente, poco se pre- 
ocupaba de socorrer a Carot. 
Hay derecho a suponerlo. Á unos cua- 
trocientos metros del grupo formado por 
éste, la joven viajera y los Compañeros 
  
	        
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