Full text: La marca de los cuatro

LA MARCA DE LOS CUATRO | 
encendiendo la pipa. —Estos chicos pueden meterse 
por todas partes, ver y oír todo sin despertar sos- 
pechas de nadie. Casi tengo la seguridad de que 
esta noche ya han descubierto su paradero. Entre- 
tanto esperemos pacientemente, puesto que no po- 
demos hacer otra cosa ni podemos seguir nuestros 
trabajos mientras no sepamos dónde está El Auro- 
ra 6 dónde está Mordecai Smith. | 
-—FEstos restos se los daremos á Toby—dije levan- 
tándome.—¿Va usted á acostarse, Holmes? 
-—No, aún no, no estoy cansado. Soy verdadera- 
mente un hombre raro; no me acuerdo de que me 
haya rendido el trabajo y, sin embargo, el ocio me 
fatiga sobremanera. Voy á fumar reflexionando so- 
bre el asunto que nos ha proporcionado una cliente 
“tan bonita como Miss Morstan... asunto que, por otra. 
arte, no puede ser más fácil... porque convenga» 
mos que un criminal con una pierna de palo no es 
muy frecuente, y que su cómplice tampoco es muy 
vulgar que digamos. a 
—¿Aún piensa usted en su cómplice? ] 
- Con usted no tengo misterios; además, ya por 
“su parte ha formado su opinión. Este individuo, cu- 
-yas huellas hemos estudiado, tiene un pie muy pe- | 
queño y que nunca ha estado calzado; está dotado - 
de una gran agilidad, lleva como arma un bastón, 
“terminado en una maza de piedra, y varios dardos 
envenenados, ¿qué opina ó deduce de todo esto? 
—¡Que es un salvaje! —exclamé.—Quizás uno de 
“los compañeros indios de Jonathan Small, ee 
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.