CAPÍTULO In
EN BUSCA DE UNA SOLUCIÓN
Serian las cinco y media cuando regresó Holmes.
- Parecía estar alegre y decidor y aproveché aquellos
- momentos antes de que tomara un aspecto huraño
y le volviera su mal humor. Esta transición se ope-
- Taba en casos análogos; pero aquel día, por a con-
trario, conservaba su alegría.
—No hay nada de misterio en todo esto—me él
apurando de un sorbo la taza de té que le había
do servido.—La única explicación posible es quee
| —¿Pero ha resuelto usted ya el po :
- pregunté.
$. No; por Dios; pda no, es demasiado pronto;
pero he descubierto algo que puede fácilmente lle-
| Varnos muy lejos; pero aún me faltan por. identificar
- Ciertos detalles. Revisando la colección del Times
me he encontrado con que el mayor Sholto, Que.
|. Vivía en Upper-Norwood, oficial retirado del 34 de
| fusileros de Bombay, murió el 8 de Abril de 1882.
- —Confieso mi ignorancia, Holmes; pero no veo
> hada de particular en ello para que le dé usted or
e Importancia.
—¿Que no ve usted nada de particular? pre es