A
A
¿RAPTO O SECUESTRO ? 81
un farol cercano vió un par de ojos brillan-
tes que le miraban con ternura, y unos la-
bios rojos que le sonreían. Reconoció las fac-
ciones bellas de la compañera de Bob, y le pra-
suntó :
—« ¿Cómo te llamas?
—Betsy—dijo la joven.—¿Te gusto?
—Un poco — respondió Sherlock Holmes,
pensando que tenía por delante otro medio de
descubrir el paradero del presunto deshollina-
dor. — ¡Valiente compañero habías elegido! —
agregó, disponiéndose a sondar a la joven.
—¿Quién, Bob?... ¡Bah! es un poco bru-
tal, es cierto... pero me quiere.
— ¿Hace mucho que le conoces?
—JDos meses.
— «¿Y en qué se ocupa?
La joven no respondió sino dirigiendo a su
interlocutor una mirada recelosa. El detective
cambió de táctica entonces.
— ¿Y te ha lastimado mucho?-—le preguntó
acariciándole el rostro.—¿Pierdes sangre toda-
vía?
—Ven a casa y lo verás—dijo la joven, mi-
rando con escrutadores ojos al fingido marine-
ro, y tomándole la mano.
— ¿Es lejos?
—Un cuarto de hora.
—Creo que conozco a ése que llamas Bob—
RAPTO. —Ó