: : o: PEVERIL
- Monk se ha pronunciado en Londres
contra los bribones de la Rabadilla ;
-— Farfaix se ha levantado en el condado
- de York. ¡ Por el rey, por el rey, por el
rey ! ¡ Presbiterianos y episcopales, to-
_dos se ponen la bandolera por el rey
- Carlos. He recibido una carta de Far-
- Taix encargándome que ocupe los con-
- dados de Derby y de Chester con cuan-
- tos hombres pueda reunir. Ya no me
agrada recibir órdenes suyas, pero no
importa. Ahora, todos somos amigos, y
vos y yo, mi buen vecino, cargaremos
de frente. ¡ Ved, leed, leed, leed! ¡ En
- seguida, poneos las botas y montad a
- caballo ! E
¡A las armas, valientes guerreros !
¡Que sucumba a los golpes Satán!
obtened tan gloriosa victoria
Y
Que a Oliverio logréis ver temblar.
Después de haber dado curso, con re-.
tumbate voz, a este acceso de enbu-
- siasmo realista, se echó sobre una silla
- 'exclamando :
- —¡ Nunca hubiera creído vivir bas-
tante para ver este dichoso día !
- Y púsose a llorar, sorprendiendo a
[Bridgenorth y a sí mismo.
- Reflexionando acerca de la crisis por
que el país atravesaba, pensó el mayor,
o mismo que Farfaix y otros jefes del
_presbiterianismo, que la medida más
¡prudente y patriótica que podía adop-
tar era abrazar francamente el artido
- realista en momentos como aquellos en
_ique todos los ciudadanos buscaban pro-
tección y abrigo contra los actos de
- opresión a que daban lugar los alterca-
dos entre las facciones de Westminster-
- Hall y Wallingford-House. Unióse,
- pues, a sir Geoffrey y con menos entu-
- isiasmo, pero no con menor sinceridad
“que su vecino, cooperó a adoptar las
disposiciones que les parecieron necesa-
rias para restablecer la autoridad real
en ambos condados, cosa que no ofreció
más dificultades que en el resto de In=
-glaterra. Estaban entrambos en Ches-
erfield cuando se supo. que Carlos 1I
,cababa de desembarcar en su reino, y
sir Geoffrey anunció al punto su pro-
pósito de ir a presentar sus respetos al
monarca, antes de volver al castillo de
¡Martindale. dE A
| Quién sabe, vecino—dijo al ma-
DEL PICO | E
yor—, quién sabe si sir Geoffrey Peve-
ril volverá a ver alguna vez Martinda-
le? Debe de haber allá promociones, y
yo he contraído tantos méritos como los.
demás. Lord Peveril sonaría bastante
bien... O, si no, el conde de Martindale.
No, no, nada de Martindale : conde del
Pico ; eso es. En cuanto a vos, confiad
en mí. Defenderé vuestros intereses. Es
lástima, vecino, que seáis presbiteria-
no; pero, ¿eso qué importa? ¿Por qué
no se os ha de hacer caballero? Entién-
dase, caballero bachiller, no baronet.
— Dejo esos honores a los que ocupan
una posición más elevada que la mía,
sir Geoffrey — respondió el mayor—.
Sólo deseo saber a mi vuelta que todo
marcha bien en el castillo. |
—Allí todo está bien—replicó el ba-
ronet— ; os respondo de ello: Julián,
Alicia, lady Peveril, todos están bue=
nos. Les daréis mis recuerdos, y les be-
saréis de mi parte, a lady Peveril como
a los demás. Quizá a mi regreso besa-
réis a una condesa, Todo irá bien para
vos ahora que sois hombre honrado.
—Siempre tuve deseos de serlo, sir
Geoffrey—respondió Bridgenorth tran-
quilamente :
—Perfectamente —
ro— ; no he pretendido ofenderos ; sólo
os digo que todo va bien por ahora.
Conque, partid para Moultrassie-Hall ;
yo voy a Whitehall. ¿No es esto hablar
bien? Vaya, antes de montar a caballo, Es
bebamos un vaso de vino de Canarias
a la salud del rey. ¡ Ab! Se me olvida-
ba, vecino, que los presbiterianos no
brindan. á |
—Eso no obstante, deseo al rey bue-
na salud, tan sinceramente como si.
brindara —respondió el mayor—..Á vos,
sir Geoffrey, os deseo muchas prospe-
ridades en vuestro viaje y un feliz y
pronto regreso. | |
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-Agujearemos gran número
de pipas. Correrá la sangre, :
pero no será sangre huma»
na sino de buey y oveja, y
el vino correrá en abundan-
E ( Comedia antigua). E
Por altas que fueran las recompen-
sas con que el rey Carlos II premiara
la lealtad y Jos sacrificios pecuniarios
dijo el caballe- 2