E > A BALGARI
VII
ENCALLADOS EN LOS ARRECIFES
DE FIGIFLEVU
- El medio de calmar el oleaje derramando aceite
no es tan moderno como generalmente se cree, Aun-
que este recurso, que puede prestar inmensos ser-
vicios a los navíos combatidos por las fieras tempes-
tades del Océano, sea desconocido por muchos capi-
tanes y marineros, es, sin embargo, antiguo. toda vez
que antiguos escritores hacen mención de sus sor-
prendentes resultados. Plinio, por ejemplo, en su
«Historia natural», demuestra su eficacia, y Plutarco
dice también algo sobre esto; pero es lo cierto que
durante varios siglos nadie se cuidó de comprobar
el fenómeno. El mérito debía de corresponder al cé-
lebre defensor de la independencia de los Estados
Unidos, a Franklin, el cual, en 1757, habiendo obser-
vado que los pescadores de las islas Bermudas echa-
ban aceite en el mar para calmar, como ellos decían,
las ondas tembladoras, tuvo ocasión de demostrar su
eficacia. Sin embargo, bien pocos adoptaron el siste-
ma, y, como decimos antes, hoy mismo lo ignoran
muchos.
Los balleneros, cuyas naves están siempre más o
_menos impregnadas de aceite, habían notado que
“las olas se calíaban junto a sus barcos, especialmen-
te durante la fusión de las materias grasas, y habían |.
notado también que el aceite de pescado, especial- sj
. mente el de la foca y el del delfin, es más eficaz, ha- $
biendo comprobado que los aceites minerales eran
demasiado ligeros y los vegetales de poca eficacia en A
las latitudes altas, porque son fáciles de SR 7
nerse.
Han tenidó que pasar muchos años antes de que :