UN re PRODIGIOSO 997
de la maniobra; pero el capitán podía hacer funcionar el bu-
que por sí solo y sin ayuda ajena, pudiendo también despren-
derse del aparato por completo y quedarse solo en el aire, sin
- que en los despojos del buque, hecho: pedazos, en su caída. se
pudiera hallar el indicio más insignificante de los proc edi-
mientos de locomoción. Tan formidable: poder en manos de
/4n desconocido, hizo yacilarg a muchas personas que habían
solicitado asiento en el buque para el viaje anunciado. >.
- En cuanto a los detalles de instalación, se consideraron
generalmente cómodos y bien dispuestos. El piso, bien allom-
brado. componíase de un me tal que parecía hierro, lo que daba -
al aparato un peso considerable y lo mantenía perloctamente
equilibrado. También eran ; «de metal las doce. barras de sus- E
pensión, cuyos extremos terminaban en argollas que se in-
troducían en otras fijas en los árboles de los dos pisos. Gran-
des y tupidas telas, con ai: aberturas guarnecidas de
cristales, podían envolver todo el aparato, convirtiéndol pao.
una tienda impermeable, independientemente de las cortinas
muy bien pintadas que cada pasajero tenía a su tlisposición.
para resguardarse del sol. Los sillones, que. eran giratorios,
podían transformarse en verdaderas camas. | ci
Los cañones habíanse quitado. de las cureñas, que gran
análogas a las de los de marina; pero no dejó de adver tirse
y de comentarse que, aunque. sólo había dos cañones, hubiese A
- seis curefñías; cuatro en la os y dos en de. poe! :