Full text: El valle de hielo (Bd. 2)

  
  
AAA 
    
EL VALLE DE HIELO 129 
  
de hacía algún tiempo obscurecía su frente, 
por lo común serena, desapareció. 
—Te has vuelto de pronto como eras an- 
tes—le dijo; — es la primera vez que te veo 
de esta manera desde que estamos aquí. 
Tienes razón. Somos marinos y el mar es 
nuestro elemento. ¡Buena fortuna para 
nuestro viaje! 
Al decir esto llegaron cerca de la puerta 
de salida del cementerio. De pronto se de- 
tuvo Bernardo, y dijo con gravedad á su 
compañero: 
—Pasa adelante, Conrado. Quiero que- 
darme algunos instantes junto á la tumba 
de mi padre. Luego te alcanzaré. 
Accedió Conrado al ruego de su amigo y 
se alejó, mientras éste tomaba el sendero 
que conducía á la tumba de su padre. Con 
evidente maravilla vió allí 4 un caballero 
que salía en aquel momento de detrás de la 
cruz; dió algunos pasos, y reconociendo al 
extranjero, exclamó con inmensa sorpresa : 
—¡ Tío Bernardo! ¿Usted por aquí? 
. Junto á la tumba de mi hermano... esto 
es natural —respondió con calma el barón.— 
¿ Y tú estás todavía en Raansdal? Te creía 
fuera desde ayer. Así me lo dijo Conrado 
9 
  
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.