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Plumear (Barb.). Aplicar un líquido con una pluma de ave, que
hace las veces de pincel.
Le aplica a los ojos, a la lengua o a una herida que al
efecto le hace, una pluma mojada en el veneno.
PEREDA. El peor bicho.
Plumero. U. incorrectamente por portaplumas, que de modo
familiar se llama « mango » o « mango de pluma ».
Ahí quedan seis plumas de acero, dos mangos y cuatro
novelas.
a PEREDA. La Puchera, 23.
Pluscafé (Barb.). Puscafé.
Es adaptación del francés pousse-café, que vale cualquier
licor que se toma con el café después de una comida.
Pobre. Es bárbara la locución « hacerse el pobre ».
Digase darla de pobre ; echarla de pobre ; pobretear.
¡Pobre yo! (Barb.). ¡ Pobre de mí!
¡ Pobre de mi, que he cerrado
Las puertas a la esperanza,
Sin reparar que el deseo,
Aún sigue viviendo en casa !
M.. DEL PaLacio. Chispas.
Pobeterío (Barb.). Pobretería : conjunto de pobres. También
pobrería o pobrismo.
Poca. La Academia no trae este vocablo con carácter sustan-
tivo, y sin embargo así lo usaron los clásicos, con tal que se
refiriese a cosa femenina. '
| Una poca de agua, una poca de carne.
| Estebanillo González, 2.
Le echaron una poca [de agua] en un sombrero, como si
fuera ración de galera.
Pícara Justina. Rivadeneyra, p. 117.
Pasamos el golfo de León con una poca de borrasca.
ESPINEL. El escudero, 2. 14.
Pocazo. Véase « Poco ».
Pocién brasilera (Barb.). Poción brasileña.
Poco. Vale esta voz cantidad escasa, limitada, corta.
Por tanto no cabe en ella aumento de ninguna especie
sin incurriren estupendo barbarismo, pues se dejaría de esta
suerte desvirtuado el sentido del vocablo.
En este predicamento entran las voces pocazo, pocón,
pocotón y pocorrotón que equivalen a buen golpe, buen rato :
mucho o gran cantidad de una cosa.
Adolfo Sundheim. 34