Full text: Los piratas del Defensor de Pedro

140 LOS PIRATAS 
  
para que no dijese verdad y les había dicho que en Cádiz es- 
taban seguros, pues todo lo arreglaba el dinero, No parecerá 
raro que Goubín diese crédito á las palabras de Soto, cuan= 
do tenía la experiencia de que en Pontevedra y la Coruña 
todo se había hecho á medida del gusto del capitán pirata, 
hasta por personas de carácter; que las declaraciones toma- 
das en la playa de Cádiz no fueron más que una relación 
«dada por Soto y copiadas para todos los demás, á quienes 
delante del mismo se las leyeron para que firmasen; y por 
último, que tenía muy presentes los asesinatos de Caraballo, 
del negro Joaquín, del cocinero Juan y del marinero ameri- 
cano, que fueron víctimas por sólo haber intentado librarse 
e Soto. En vista de esto, ¿qué extraño es que dudase estar 
seguro y tardase en decir verdad? Los hombres desprecian 
la vida cuando les puede resultar algún beneficio en honor 
ó adelanto; pero todos la conservamos cuando no resulta 
gloria por perderla. 
Me parece basta lo dicho para considerar 4 mi defendido 
en sentido muy diverso del en que se considere á los de- 
más con quienes tuvo la desgracia de vivir; y no dudo que 
el esclarecido Consejo ante quien se presenta lo juzgará de 
muy distinta manera que á los que se han manchado con 
toda clase de crímenes, en los que mi defendido no ha toma- 
do parte, por cuya razón espero confialamente que Francis-. 
co Gonbín será absuelto de la última pena. 
San Fernando á 1.” de Diciembre de 1829.—FRANCISCO 
MANJÓN. 
Defensa de Pedro Antonio 
D. Ignacio de Lareaga, Alférez de navío de la Real Ar- 
mada y Defensor nombrado del marinero Pedro Antonio, 
habiendo presenciado la lectura de la causa, expone al Con- 
sejo lo siguiente: 
Señores: Me está encomendada la defensa del marinero 
Pedro Antonio, uno de los acusados que debe comparecer 
¿ser juzgado por este respetable Tribunal, y en tan delicado 
 
	        
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