2 LOS PIRATAS 
  
Que el declarante, como la demás gente de la tripulación, están per. 
suadidos de que el bergantin es de la propiedad del Capitán, y que ése 
y el piloto llevaban diario de navegación; pero que el piloto los perdió 
- con otros papeles y parto de su ropa en un baúl, que cuando vararon 
se fué á echar en tierra y se perdió, llevándoselo el mar, y que en la 
Coruña dejaron dos hombres marineros de la tripulación con que lle= 
- garon á aquel puerto. (14 de Mayo.) 
Otras declaraciones 
Las dadas por el resto de la tripulación, aunqueincurren en 
sendas contradicciones, no discrepan en la esencia de las 
tres anteriores. Solamente las prestadas por Federico Leren- 
dú y José Antonio Silva agregan la tramoya de que antes de 
llegar á las islas de Cabo Verde (donde jamás estuvieron). 
libraron combates con una corbeta y (una goleta argentinas, 
de los que no resultaron averías, ni bajas personales. 
Para no cansar á los lectores con inútiles repeticiones, omi- 
timos la inserción de esos documentos. 
Auto (J. G.) 
Mediante A que las declaraciones precedentes del Capitán, piloto, 
contramaestre y marineros de la tripulación del bergantín brasileño: 
“titulado el Defensor de Pedro, que se halla en la costa al S. de la Corta- 
dura, donde varó la noche del nueve al diez del corriente mes, arrojan 
hasta ahora sospechas vehementes de que su procedencia es criminal 
6 ilegítima, pues todos se hallan discordes en los puntos más esenciales, 
cuales son: la hora de la salida de Río Janeiro, tiempo que emplearon 
en su navegación hasta la isla de Cabo Verde, combates, que unos con= 
taban y otros niegan, con una corbeta y una goleta de Buenos Aires, 
“y que ninguno guarda conformidad sobre el número de la tripulación 
ni tampoco en el destino de los vointitros hombres que faltan de la que 
tenia en Río Janeiro, diciendo el Capitán que le faltaron seis hombres 
- al tiempo de dar la vela en aqnel puerto, y que en Cabo Verde se que- 
daron diez y seis y dos en la Coraña, cuando los demás declarantes. 
manifiestan que en Rio Janeiro sólo faltaron euatro hombres, y que 
en Cabo Verde quedaron diez, añadiendo que en una maniobra para 
sujotar la gavia en el temporal que los obligó á salir de aquella isla, 
perdieron, según unos, seis hombres, y según otros, siete, de cuyo 
acaecimiento nada dice el Capitán, á que se agrega que el contramaes-