DEL DEFENSOR DE PEDRO 329
conduciendo á bordo del bergantín brasileño, baúles con pedrerias,
ropas de equipajes, limetas de vino y de cerveza, jarcias, velas y vi-
veres. Que mientras se efectuaban estas conducciones, permanecieron
á bordo del barco inglés los referidos José de Santos y demás mencio-
nados, hasta que habierdo avisado que ya no había más que enviar,
llamó Benito Soto á Francisco Gonbín y le mandó que pasase al bu-
que inglés, que le abriese dos barrenos grandes para que se fuese á
pique y que matasen á toda la gente, y en efecto, fué dicho Francisco
Goubín, abrió los dos barrenos y se volvió á bordo del bergantin con
José de Santos y sus compañeros en el bowe del barco inglés, en el
cual venian remando tres marineros del mismo barco, y viéndolos Be-
nito Soto, reconvino á José de Santos porque traia aquella gente, y
contestándole que habían trabajado mucho y podían quedar á bordo,
se enfadó Benito Soto diciendo que sus órdenes se habían de cumplir,
y asi, que los matasen, para lo cual el mismo Benito entregó pistolas,
y estando sobre cubierta dichos tres marineros ingleses, los mandaron
uno á uno ir para proa, y Victor Saint-Cyr Barbazán, que estaba de-
trás dol palo mayor, los disparó según iban pasando, y luego que
caian los arrojaban al agua.
Que en seguida hicieron subir á la cubierta al Capitán inglés y ma-
rineros que tenían encerrados en la bodega, y los mataron nno 4 uno
del mismo'modo, sin haber visto quien les disparó, y solamente uno
de dichos marineros ingleses que huyó hacia proa donde esvaba el que
declara, suplicando que no lo matasen, vió que vino el francés Fede-
rico Lerendú, y sacando un cuchillo le dió de puñaladas, y el marinero
so arrojó al mar, reprendiendo Federico al que declara, diciéndole era
un cobardo porque no'lo había matado. Que el día siguiente se junta-
ron sobre cubierta junto á la cámara, y haciendo conversación de lo
ocurrido, oyó decir 4 Víctor Saint-Cyr Barbazán que había disfruta-
do á una señora muy bonita que habia á bordo del barco inglés, y José
de Santos manifestó que, creyendo que el barco se iría á pique con: los
-_barrenos que le habían abierto, había excusado el matar á todos, aún-
que lo habian hecho con algunos. Que después navegaron de la vuel-
ta del Sur y luego cambiaron á la del Norte para volver ú descubrir la
isla do la Asconsión, y á los tres ó cuatro días descubrieron velas, le
dieron caza, hasta que habiendo reconocido que era una fragata de
guerra, cambiaron de rumbo y fueron otra vez en vuelta del Sur hu-
yendo siempre de dicha fragata; y á los cuatro ó seis días encontraron
una fragata, á la que dieron caza, y habiéndola alcanzado, mandaron
vonir al Capitán á bordo del borgantin, y con efecto llegó en el bote
con cuatro hombres, á los que maltrataron y encerraron en la bodega,
recogiéndole al Capitán los papeles. Que en seguida pasaron José de
Santos y los tres que fueron al anterior á bordo de dicha fragata, que
era americana, habiéndoles prevenido Benito Soto que ya sabian lo: