DEL 1 FFE>SOR DE PEDRO
Declaración de Francisco Goubin (0. R.)
Presentado este individuo espontaneamente ante el Comi-
sionado, le expuso sus deseos de decir la verdad, pues todo
lo domeñado en su anterior declaración es falso.
En su consecuencia dijo:
Que todo lo que manifestó en ella es falso y que en su consecuencia,
ha resuelto manifestar la verdad de cuanto ha ocurrido, y por consi-
guiente, lo cierto es que su verdadero nombre es Francisco Goubín, de
edad de treinta años, natural del puerto de Cherbourg, departamento
de la Mancha en Francia, de ejercicio marinero, hijo de Pedro Goubín
y de Luisa Danai, de estado soltero, desertor del bergantín de guerra
francés el Ingenio, del cual, estando en el Janeiro, desertó habrá como
nueve ó diez meses, según quiere recordar, siendo el motivo de la de=
serción gozar de libertad únicamente. Que á los tres dias de haber de-
sertado, tomó plaza como simple marinero en el bergantín brasileño
Defensor de Pedro, pues aunque era carpintero, no se contrató como tal
ni dióá conocer tal habilidad. Que en el mes de Noviembre del año
próximo pasado, salió dicho buque de Janeiro con dirección á la costa
de África á cargar do negros, llevando á bordo varias cajas de arma=
mento, barriles de aguardiente, pólvora y lienzos, que debian cambiar- se
se por los negros. (Jue el Capitán se llamaba D. Pedro, ignorando sus
apellidos; la tripulación se componía de cuarenta hombres y su fuerza
- siete cañonos, tres por banda, y uno giratorio de calibre de á doce, dos
de á nueve y los restantes de 4 cuatro. Que la tripulación se componia
de portugueses, franceses y españoles, recordando además de los que |
dijo en su primera declaración los nombres de Victor Saint-Cyr, Fe-
derico Lerendú, Guillermo Teto y Nicolás Fernández. Que estando el
bergantín anclado en la costa de Mina, una tarde como á las cinco, en
ocasión de hallarse el Capitán en tierra y sólo á bordo el piloto y Con =
tramaestre, se suscitó cierta cuestión entre Benito Soto y Miguel Fe-
rreira, de cuyas resultas este hirió al primero en un muslo con su cu-
chillo.
“Que Benito Soto, á la noche, buscó 4 Ferreira para vengarse, y ll
contrándolo dormido, le tiró con su cuchillo al cuello para degollarlo,
'mas casualmente tenía doblado el cuello de la camisa y sólo le hirió
levemente. Que Benito Soto y los demás españoles quisieron aparentar
que la horida de Ferreira la habían causado los portugueses, por lo
cual empezaron varias discusiones en la tripulación, llegando el caso
de que el piloto trató de mandar preso á tierra á Miguel Ferreira co-
mo principal motor; pero este se resistió con un cuchillo en la mano,
y tuvieron que callar por evitar una desgoncla: Que después, en la '
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