400 LOS PIRATAS
dad, fué porque el piloto le encargó, como á todos, que siempre nega =
se, pues de lo contrario se perderian.
Preguntado si el declarante bajó alguna vez á tierra en la Coruña,
y silo verificó, con quién trató alli, dijo: Que en la Coruña no le per=
mitió Benito Soto bajar á tierra y siempre permaneció á bordo.
Preguntado si sabe que en la Coruña dejase 4 algunos de la tripu-=
lación alhajas ó ropa depositada, dijo: Que sólo sabe que Víctor Saint-
Cyr Barbazán dejó un baúl de ropa depositada en poder de un tal
Lichevarria, que tiene almacén de vinos y aguardientes en la calle de
Santa Lucia. (14 de Julio.)
Declaración de Cayetano Ferreira (C. R.)
Que Benito Soto los dirigió á todos y principiaron á tratar del punto
á donde debían dirigirse, y últimamente decidió él mismo que á la isla
de la Ascención, á donde recalaban todos los barcos que venían con ne-
gros, por si podian apresar alguno y llevar los negros á la Habana pa”
ra venderlos. Que también eligieron oficiales de mar, nombrando ú Be-
nito Soto Comandante, José de Santos para que hiciera las guardias
por el piloto, pues éste no habia de dar más que el rumbo, y Nuño Pe- :
- reira Contramaestre. Que á los ocho dias de navegación, Soto y Anto=
nio de Laida mataron á Miguel Ferreira, en ocasión de estar durmien-
do, siendo la causa el que no queria obedecer 4 Benito Soto, y á la
mañana siguiente llamó dicho Soto 4 los de la tripulación, y les dijo
que lo mismo había de hacer con el que no cumpliera sus órdenes. Que
como á los treinta dias, estando á la vista de dicha isla, avistaron una
vela, y dándolo caza, llegaron á alcancar el buque, que era una fra-
gata inglesa, y disparándole un cañonazo, le mandaron ponerse en fa-
cha y que viniera el Capitán á bordo con los papeles, teniendo el ber=
gantin afirmada la bandera de Buenos Aires, la cual había construido
Victor Saint-Cyr Barbazán. Que en lugar del Capitán, vino el Sobre=
cargo con cuatro marineros, y Jue go que snbió al bergantin y so ente-
raron de que no era el, Capitán, le dieron sablazos y lo mismo á los
marinercs que le acom pañaban, mandándole volverse y que viniera el
Capitán. Que asi se ejecutó, y luego que llegó el Capitán al bergantin,
después de haberlo golpeado, lo metieron bajo cubierta con dos mari-
neros, y en el bote dejaron otros dos embarcándoso en él José de San-
tos, que hacía de capitán de: presa, Nicolás Fernández, Francisco Ca='
raballo, Victor Saint-Cyr Barbazán, Guillermo Teto y Federico Le-
rendú, los cuales extrajeron del buque inglés porción de dinero en pla-
ta, plata labrada, cadenas de oro, relojes, anillos, alfleres de pecho,
- pedrerías, ropas y otras cosas de valor, un trinquete y otros efectos,
¡mas charreteras y sable de un Coronel inglés que pareco iba á bordo.
- Que uno delos que fueron al abordaje preguntó á Soto qué hacian con