EL MONSERRATE. : 107
No calma el viento con el sol; la luna,
A la tarde saliendo, calma el viento;
Pero sin ser enojo de fortuna
Vuelve luego más largo y más violento;
Y á4 Montenegro y á Liorna y Luna
Deja la armada atrás, y de su intento
No cesa, ni al venir del nuevo dia
Cesa tampoco el viento y larga via.
Descubre al claro sol la alegre armada,
Siempre con la bonanza favorable,
La ribera de Sena regalada :
Y Pomblin en metales admirable:
Hace dichosamente su jornada;
No siente la fortuna variable;
Mas ¡ay fortuna! entonces más os temo
Cuando en favorecer haceis extremo.
Hasta la playa del romano Tibre
El dulce tiempo, al fin, la armada lleva,
Libre del tempestoso mar y libre
De sentir contra sí fortuna nueva; '
Mas cuanto el riguroso azote vibre
Cuando dél hace señalada prueba,
Y en cuanto en hacer bien se mide y cuadra,
AMÍ le muestra á la contenta escuadra.
Mas ¿á qué llamo yo fortuna en esta
Mudanza que en el mar y el viento ahora
Sus furores fortísimos apresta,
Y se ofrece bravísima á deshora?
Es ira, es furia del infierno puesta
Contra Garin con saña matadora,
Para estorbar con áspero rodeo
El fin de su santísimo deseo,