EL MONSERRATE.
Fueron estos dos fuertes caballeros
En la ley de amistad tan señalados,
Que por ella, entre tantos pasajeros
En el oscuro olvido sepultados,
Son en esta jornada dos luceros
Del claro sol de fama iluminados,
Ante la cual hallar no pueda excusa
La pérfida amistad que el mundo hoy usa.
Fundaron en razon esta ley santa
De su amistad, y con verdad sincera
Altamente ilustraron la de cuanta
Virtud le da su calidad entera:
Virtudes digo que si ahora espanta
No haber fiel amistad ni verdadera,
Es porque en vicios mil tiene la mira,
Y sin razon se funda y con mentira.
Mil claras sinrazones, mil mentiras,
De que abundan los hijos de los hombres,
Y mil vicios ¡oh mundo! en que te aíras,
Quitan de alta amistad claros renombres;
Pero tú, ingratitud, que al mundo tiras
Mil mónstruos del infierno con que asombres;
Tú, de quien todo bien volando huye,
Eres quien más santa amistad destruye.
Tú, fiera ingratitud, que del ingrato
Enemigo comun eres amiga,
Y del divino verdadero trato
De amistad santa pérfida enemiga,
Causas que con infame desacato,
Por la misma razon que á ser le obliga
Un hombre de otro amigo fiel y justo,
Enemigo le sea infiel y injusto. - |