EL MONSERRATE. a 1 A
Bravo era el mónstruo, y más lo queda ahora
Con-el brazo cortado, y encendido
En braveza y en ira vengadora;
- Mas poco le ha durado y le ha valido
Que la veloz espada matadora,
Cardona, reportado y prevenido,
Al corazon indómito le apunta,
Y á las espaldas hace ver le punta.
Aquí tambien Uberto, Olindo y Dánes,
Matan á Yarbas, á Selin y á Zerta,
Que habian sido, cual ellos, capitanes
En galeras de Argel y de Biserta:
Caramamin, que al capitan Alfánes
Deja en un muslo larga llaga abierta,
Queda por él sin la espantosa vida
De insolente ladron, fiero homicida.
Telamon, cual aquel bravo de Troya,
Tambien aquí furiosa y bravamente
Peleó con la bárbara Lancroya,
Mujer monstruosa, fiera y insolente,
Tenida entre estos bárbaros por joya,
Venida desde el último oriente
A ser allí, cual ellos, salteadora
Furiosa, cruelísima y traidora.
Matóla el fuerte Telamon, y Guido
A su lado mató al soberbio Zaide,
Desta fiera mujer falso marido
Y del gran Caruan traidor alcaide:
Florante aquí fué de Selin herido,
Y él mató en recompensa al Albenzaide,
Moro galan, en Túnez señalado,
Y al Merlin, por gran mágico estimado.