284 ] EL MONSERRATE.
« Este, diria, es fin de la aspereza
Que pasa mi mortal terrena parte,
Y principio muy lleno de certeza
Del bien que á la divina se reparte:
Aumente pues aquí la fortaleza
Su esfuerzo, su valor, su industria y arte;
Que este es principio y fin, en dulce liga,
De gozo eterno y temporal fatiga.
»Este es el alto punto en que consiste
La perfeccion desta importante obra;
Si aquí en su esfuerzo la virtud asiste,
Todas sus fuerzas para siempre cobra:
Si la perseverancia aquí resiste
Y en este mar ahora no zozobra,
Todo será despues seguro puerto
Hasta llegar al deseado y cierto.
»Pero del gran Pastor la alta promesa
Que la memoria por sin duda ofrece,
Al alma mia que este caso pesa
En la balanza de lo que merece;
Aunque es de peso tal lo que le pesa
De lo que el cuerpo mísero padece,
Esfuerce la virtud perseverante
Con ánimo y espíritu constante.
»Y sea la razon divina en esta
Fuerte batalla vencedora fuerte,
- Pues ella tiene de su parte puesta
La alta victoria en tan heróica suerte:
Con ella pues el alma esté dispuesta
A padecer del cuerpo cualquier muerte
* Por evitar la suya, y estar firme
En que la gran promesa se confirme.