EL MONSERRATE.
a
Al fin, si aquel pintor aventajado
Que mostró procurar por su arte y gloria,
Fuera en adivinar tan extremado
Como en pintar y en escoger historia ;
En el sangriento mar allí pintado
“No diera aquella célebre memoria
A los furores bárbaros y ciegos
De persas, de romanos y de griegos.
No mostrara su espíritu ingenioso
Los hechos, aunque grandes, de gentiles ;
Del gran don Juan el hecho milagroso
Mostrara con sus manos tan sutiles ;
Y no en cuatro ó en seis artificioso
Retratara los Héctores y Aquiles,
Sino en todos pudiera retratarlos,
Y en muchos mucho más aventajarlos,
Pues es muy cierto que, aunque igual no fuera
La famosa batalla de este dia,
En número ó en fuerzas, á cualquiera
-De las cuatro que allí pintado habia,
¿Cuál furia dellas igualar pudiera
A la infernal de tanta artillería,
De tanto fiero y tempestuoso rayo,
Del celestial tan infernal ensayo ?
Arcabuces, mosquetes, esmeriles,
Pedreros y cañones reforzados
(Por martirio de espíritus viriles,
Por los de infierno y su volcan forjados,
-Con que suelen matar soldados viles
Los que apenas mirar serían osados),
No usaron las gentílicas armadas,
Y así no pueden sernos igualadas,
MONSERRATE.