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despojado en nombre del derecho del más fuerte? dede
atentar a su dignidad internacional reclamando de
su situación? ¿En qué consisten los procedimientos
limpios y claros a que Chile nos ha invitado? Proba-
“blemente se rehñere Ríos Gallardo a la invitación que
en Ginebra nos hizo el delegado Agustín Edwards,
para ir a Chile y tratar directamente el asunto del en-
-claustramiento boliviano, ofreciendo la acogida solícita
de su gobierno. Ya sabemos, por los documentos que
inserta Espinoza y Saravia en su libro, lo que respondió
la Cancillería chilena a nuestro representante diplomá-
tico don Ricardo Jaimes Freyre y la notificación brus-
“ca que el Presidente Alessandri le hizo al Ministro
Pinilla momentos después de su recepción oficial.
La amenaza de una efectiva esclavitud y una omi-
“nosa anulación de nuestra personalidad de nación
“soberana, si acaso no reaccionamos pronta y lealmente,
nos debe tener sin cuidado. Resulta propiamente ridícula
tal actitud en el ambiente internacional en que vive el
=mundo. Las encrucijadas no son posibles e hay
pactos para observar vida civilizada y sentimientos de
honor capaces de llevar a los pueblos a cualquier sacri-
ficio “antes que soportar humillaciones.
,
a No conoce: la psicología del pueblo boliviano el
señor Eliodoro Yáñez. El cree que en todo las multitu-
des siguen ciegamente a los dirigentes. Eso no es así.
Los Gobiernos no juegan impunemente con los destinos
del país. Hay una opinión pública ilustrada que sabe