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cia de someter a la decisión de un Tribunal impar-
cial de arbitraje las controversias internacionales
que se refieren a esas Cuestiones.
Quedaré muy agradecido si esta indicación
de mi parte se regibe como nacida del: deseo que
me anima de evitar toda ocasión de agraviar dife-
rencias que existen entre ambos países, y de ver
llegar la hora en que ellas puedan ser arregladas
satisfactoriamente, a lo cual siempre ha estado y
está dispuesto mi país.
Cerca de tres meses han transcurrido desde
que, cumpliendo instrucciones de mi Gobierno, rei-
teré, en 25 de noviembre, al Gobierno de Estados
Unidos la solicitud de que se sometiera a arbitraje
la controversia pendiente; y me veo obligado a
decir, con la pena y sorpresa que Ud. sin duda com-
prenderá, que hasta este momento no he tenido
aún el honor de recibir una respuesta.
Uno de los motivos de queja expuestos, si mi
memoria no me es infiel, pues no tengo los docu-
.mentos a la mano, por el Gobierno de Estados Uni-
dos al de la Gran Bretaña, cuando en términos
tan perentorios pidió que se sometiera a arbi-
traje la cuestión de límites pendiente entonces con
Venezuela, fué, como Ud. recordará, que Inglate-
rra había dejado sin respuesta, durante un consi-
derabla espacio de tiempo una nota importante del
Departamento de Estado. Séale permitido a Co-
lombia en su pequeñez, expresar respetuosa y sin-
ceramente cuán duro es para ella verse sometida
a un trato semejante. Nadie que conozca la intran-
quilidad que se siente en mi pais por la demora en
el arreglo satisfactorio de estas cuestiones, podrá