de esta tierra, en las escuelas que este pueblo paga
liberalmente. Aqui se ha cometido y se comete la
ridiculez de obligar a maestros puertorriqueños,
que no saben inglés, a enseñar a niños puertorri-
queños en inglés.
Libertad aparente es aquella por la cual se
impone a una tierra, en la que existen institucio-
nes jurídicas seculares y una jurisprudencia defi-
nida claramente en el transcurso de siglos, una Cor-
te Federal que durante quince años en numerosos
casos ha prescindido y ha desatendido las leyes del
país, y ha tratado de hacer prevalecer aquí el sis-
tema de Ley Común vigente en algunos de los
Estados, pero jamás adoptado en Puerto Rico; y en
la cual Corte se han visto obligados los abogados
puertorriqueños a defender a sus clientes en un
idioma extraño, para evitar el monopolio que de
la práctica forense crearon o pretendieron crear
unos cuantos mal llamados abogados americanos.»
Ahora bién, las mismas tendencias de la Aso-
ciación Cívica, aunque de un modo menos radical,
se dejan ver en el Partido Unionista, que también
va tras la independencia.
Es, pues, muy vigoroso el movimiento iniciado
en pro de la completa autonomia; vaya para sus
dignos defensores—señores Juan Hernández López,
Luis Muñós Morales, Rafael López Ladrón, Ramón
Gandía Córdova, Luis Llorens Torres, Jesús María
Lago, Manuel Rodríguez Serra, Manuel Quevedo
Báez, Vicente Balbás, etc., etc.—un fuerte apretón
de manos, unido a mis votos por el éxito final de
su noble y patriótica empresa!
5>.—En El Salvador también se está operando