SE
necesitan que sus escuadras encuentren elementos
de guerra y víveres propios donde quiera que
anden, y por eso se preocupan de tener tierras en
todas partes; como la' vuelta alrededor de Sud
América no es tan agradable ni se puede hacer en
dos días, necesitan, para unir sus escuadras en casó
de guerra, una vía interoceánica, con más urgencia
hoy que tienen en el Imperio del Sol Naciente un
poderoso rival, y por eso han comprado a Panamá,
por eso dirigen sus miradas hacia el Gran Lago,
por eso se ha llevado a efecto la Convención
Chamorro-Weitzel.
Otro acto de imperialismo, motivado exclusiva-
mente por razones militares, puede verse en la
presión que el Departamento de Estado está ejer-
ciendo sobre el Gobierno de El Salvador para obli-
garle a ceder una base naval en el golfo de Fonseca,
Bien comprende el Gobierno Americano que, por
pertenecer dicho Golfo a los que en Derecho Interna-
cional se llaman históricos y por estar reconocido
en documentos públicos que el río San Juan perte-
nece a las dos naciones ribereñas; bien comprende,
digo, que por tales causas la Convención Chamorro-
Weitzel adolece de un vicio sustancial, toda vez
que no se han tomado en cuenta las voluntades de
El Salvador, Honduras y Costa Rica, y, para salvar
apariencias ante los demás pueblos y gobiernos,
está instigando al de El Salvador, con insinuaciones
Secretas y arbitrarias, a que pacte la venta de
huestro hermoso Golfo, que, sin hacer ninguna exa-
geración, es uno de los puntos más bellos y mejor
protegidos de la costa occidental de América. ¡Qué
tranquilidad de aguas y qué armonioso conjunto de