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der una exploracion científica á las Cordilleras de Amam.- 
bay y explotar los minerales del país que encontraren, 
otreciendo entregar al Estado un 3 Y, en bruto. 
La solicitud fué calorosamente acojida por el Gobier- 
no y las Cámaras. : 
Apónas se consideraba ella en el Senado, cuando los 
Señores Máyer, Wisner y Scherff emprendian la expe- 
dicion proyectada, penetrando hasta el corazon mismo de 
la Cordillera Maracayú, no sin vencer grandes obstácu- 
los y encontrar numerosas dificultades. 
La expedicion tuvo que regresar, en prevision de que 
pudiera faltarle recursos, despues de haber empleado 
sesenta y dos dias para llegar á Igatimí, y de haber 
abierto caminos de mas de 9 leguas por entre bosques 
impenetrables. 
En el primer momento, muchos no creian que se hu- 
biera realizado una expedicion tan penosa y larga, pero 
una relacion detallada que publicamos en nuestro diario 
desvaneció las dudas que habian al respecto, no sin 
avanzarse por algunos, con este motivo, versiones á cual 
mas ridículas é inverosímiles. 
Nadie pensaba que esa exploracion tuviera por objeto 
descubrir minerales; nadie suponia que despues de la 
primera tentativa se llevara adelante la idea. , 
Como en todo gray pensamiento, no faltaron incrédu- 
los y suposiciones á cuál mas extravagantes y fabulosas. 
Pero cuando menos se pensaba en ello, los señores 
Mansilla y Mayer llegan aquí con el único y especial 
objeto de recabar de las Cámaras el despacho de su soli- 
citud, á efecto de realizar su importante proyecto. 
  
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