108 PIERRE QUIROULE
indecentemente mistificado y desvalijado por
los vividores de guante blanco y de levita,
elevada a la altura de una ciencia; el polí:
tico venal y ramplón, sin más ideal ni prin-
cipios que la posesión del poder, fuente ma-
ravillosa e inagotable de honores y de pro-
vechos, vendiendo cínicamente voto e influen-
cia al mayor postor, miserable engañador y
verdugo del pueblo, al que traiciona vilmente,
haciéndose el cómplice de todas las medi-
das opresivas, de todas las infamias, de to-
das las violencias y vejaciones dirigidas con-
tra los productores con el objeto de sujetar-
lo para siempre a su infeltz condición de
esclavo del capital, después de haberle he-
cho las más formales promesas de, proteger-
lo y mejorar su suerte desde su banca de
representante len las cámaras. Todo, en fin,
lo cómico como lo odioso y lo trágico o lo
sublime, eran materia de poderosas proyec-
ciones escénicas de impresionante ebecto.
Eran páginas arrancadas a la historia del
capital, páginas de vergienza, de ignominia
y de sangre... y también, hay que decirlo
bien alto, de heroicidades sin número na-
cidas al calor del altruismo más puro y ele-
vado, porque en todo aquel terrible cúmulo
de horrores que constituye el triste activo
del reinado de la burguesía ne hu-
bo a cada momento, para honor de la ra-
za, acciones bellísimas, dignas de las almas
grandes y generosas de aquel puñado de ro-