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LA CIUDAD ANARQUISTA AMERICANA 9281
dominar plenamente las corrientes
ricas y terrestres, con cuya pot
tenían asegurada la producción del fluído eléc-
trico «en cantidad suficiente para todas las
necesidades y usos de la comuna.
Ingeniosas máquinas y aparatos de tod
formas y tamaños fueron ideados para lle-
gar a dicho resultado. Gigantescos eolipilos
colocados en los puntos más altos de las
colinas giraban incesantemente accionados
por el soplo poderoso de la tempestad o el
de las más leves brisas.
Instalaciones especiales permitían recoger
directamente len los acumuladores la electri-
cidad atmosférica que grandes cometas me-
tálicas iban a arrebatar en la región de las
nubes.
Un descubrimiento hecho por uno de los
comunistas, permitía descomponer los rayos
solares en fuerza eléctrica, obteniéndose con
este procedimiento una provisión de fluído
importante durante los días “despejados.
Las caídas de agua, naturales o artificia-
les, y la impetuosa corriente le ríos y arro-
yos movían mecanismos sencillísimos que te-
nían también el mismo objeto: producir elec-
atmosfé-
e ayuda
as
p
tricidad para aprovisionar las baterías de acu-
muladores.
Paralelamente a los trabajos relacionados
con la producción de la electricidad, los l-
bertarios ocupáronse en hacer los acumula-
dores necesarios para almacenar el fluído.
Considerable era su número, teniendo en cuen-
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