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resurrección nacional, la estatua que aquí
se levante para perpetuar la memoria del
general Urquiza, será una de aquellas cuyos
cimientos y cuyos rasgos externos se forta-
lecen y se acentúan con los siglos, y la
ciudad del Paraná será la feliz depositaria,
en nombre del amor y del respeto de toda
la Nación, del sagrado bronce en que se
fundan tan nobles sentimientos. Resplan-
decerá con mayor brillo y sus lineas hoy
ausentes se animarán con movimientos de
vida cuando la remota posteridad, más ven-
turosa que nosotros, pueda leer la verdadera
historia del hombre y de la época que
llena con su vida y con su acción; cuando
los frutos de la constitución del 1% de Mayo
se reproduzcan por su propia virtualidad
en el porvenir, atrayendo sobre la tierra
argentina el respeto y las bendiciones de
todos los pueblos civilizados; cuando los
niños y los jóvenes vengan en procesiones
reverentes á prosternarse ante el ara del
que fué también ferviente amigo de la es-
cuela, como á beber el ejemplo de la abne-
gación patriótica que ha de nutrir sus co
razones y fortalecer sus caracteres; y por
fin, cuando los partidos exaltados por las
querellas domésticas necesiten la inspiración
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