XI
RICARDO GUTIERREZ
Junto con una puesta de sol se extin-
guió la vida augusta de Ricardo (mutierrez,
consagrada á dos cultos superiores: la cien-
cía y la. poesía, la ciencia que cura los su-
frimientos del cuerpo, y la poesía que can-
ta los íntimos dolores del alma.
Este médico fué un sacerdcte, un inmo-
lado voluntario en la inmensa fragua don-
de día á dia se consume la humana exis-
tencia, un inspirado en la contemplación de
la miseria terrena, que él quiere mitigar con
los pobres auxilios del arte, pero también en-
noblecer con las bellas visiones del ideal.
Astro errante, hace mucho tiempo, sobre
el inmenso cielo de la patria, detrás del
velo que nos ocultaba su hermoso disco,
hemos oido no pocas veces los vagos ru-
mores de su vuelo, como el poeta filósofo
de la: antigúedad creía distinguir la música
difusa. de las esferas..... Fué el suyo un