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CERRO Y RÍO 
Cada cumbre es un titán, 
cendal de nieve es su ropa, 
mientras el Zonda galopa, 
y la existencia se va; 
aquí para siempre está, 
todo en el mismo lugar, 
como en el cielo glaciar 
la estrella de los destinos, 
alumbrando los caminos, 
que van a la eternidad. 
Cualquier calle, cualquier senda, 
del rincón más apartado, 
lleva a los cercos arados 
o a los montes coloridos; 
donde en un oculto nido 
el zorzal madrugador, 
brinda conciertos de amor, 
cuando el sol enciende el leño, 
y abandonando su sueño, 
va a su campo el labrador, 
Lo que en la noche parace, 
sombra entre sombras dormidas, 
de pronto recobra vida 
y apantallando el follaje, 
elevan hacia el celaje 
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CANTOS NATIVOS DEL NORTE ARGENTINO 
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