TRIBUNA DEMOCRATA
se les comunicaba todo al gobernador y al ministro de Go
bierno, que no hacían caso de ello, porque lo que pasaba
en General López había sido preparado y combinado en la
casa de gobierno.
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Podría citar muchas de esas comunicaciones: lo haré
con dos o tres, que bastarán.
He aquí un telegrama: “Señor ministro de ierno
En nombre del comité departamental de la Liga del Sur en
General López denuncio a vuestra excelencia que la policía
del departamento, en su casi totalidad, confirma en estos
momentos en forma elocuente, los propósitos que indujeron
al actual jefe político a ponerse: al frente de esta adminis
tración. >
“La intervención de esta jefatura en la actual campaña
política en pro del partido que gobierna, no tiene precedentes,
señor ministro. Los atropeflos, multas y prisiones injustif
cadas, arbitrariedades de toda naturaleza, que a diario se
suceden, ponen de relieye los propósitos que sostiene el
funcionario de referencia.
“El acaparamiento de libretas de enrolamiiento en los
le las manifestaciones ca-
Mejeras del radicalismo, como en el último caso de Rufino y
Rosario, con el quijotesco complemento de llevar hasta en
el frente de su automóvil la insignia radical, abona en forma '
evidente esta denuncia, inspirada en los sanos principios
democráticos que sostiene la Liga del Sur”. Y sigue. Está
suscripto por don Isidro Carreras. y
. Otro telegrama: “Señor ministro de Gobierno. — Santa
Fe, — Denuncio a V. E. que la jefatura no quiere en ninguna
forma intervenir en los vergonzosos atropellos que llevan a
cabo los matones al servicio del partido radical. En las últi-
mas 24 horas, en plena vía pública y en presencia de nume-
rosos testigos, han sido asaltados y vejados los ciudadanos
Rufino Rosas, Marcelino Pérez, Cecilio Pérez y Ramón Lu-
ques. Hoy los mismos foragidos penetraron al comercio de
los señores Villota y Compañía, en busca del señor Villota,
que es opositor. Acto continuo pasaron al negocio del señor
Francisco López; allí, revólver en mano, pretendieron asesi-
nar al caracterizado vecino don Augusto Laeuier, miembro
de la comuna local. — Saluda, etc. — Isidro Carreras”.
Hay otro telegrama que recibí yo. Dice: “Doctor Lisan
dro de la Torre — Hemos dirigido ocho: telegramas al mi-
nistro de Gobierno sin conseguir garantías hasta este mo
mento, resolviendo no dirigirnos más al Poder Ejecutivo en
vista de que hace caso omiso de los concretos que ofrece-
mos. Esto es insoportable. Se secuestran libretas y las calles
son recorridas por bandas de foragidos que garrotean a
calabozos, su presencia al frente «