NUPCIAL 21
Herr Otto Keller, que así se llamaba el.
maestro aceptó con gusto, pues, teniendo
como se le ofrecía, casa, comida, ropa lim-
pia, buen sueldo y poco trabajo, podría de-
dicarse algunas horas del día a sus estu-
dios y a sus profundas meditaciones.