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guerra pertenecientes a nuestra Nación, bajo las in- 
mediatas órdenes del Comandante Luis Piedrabuena, 
llevando por múltiples objetivos las exploraciones de 
Tierra del Fuego, Cabo de Hornos y el Polo Sur, y el 
estudio científico e intensivo de las regiones designadas, 
en cuanto a la flora, fauna y gea de los mismos lugares, 
a cargo del Teniente de la marina italiana don Santiago 
Bove, solicitado al Rey de Italia. 
Los expedicionarios visitaron y estudiaron muchos 
puertos de la costa patagónica, exploraron Tierra del 
Fuego y detenidamente la Isla de los Estados, regre- 
sando en 1882 a Buenos Aires. Bove realizó otro viaje 
en 1884. 
Así reconoce el Presidente Roca el suelo de la patria, 
imponiendo en toda la superficie de éste la potestad y 
soberanía de la Nación, secundado lealmente por las au- 
toridades científicas y preponderantes del ejército, por 
exploradores abnegados, como Francisco P. Moreno, 
por ingenieros idóneos contratados acertadamente para 
el levantamiento de planos topográficos, etc., y por to- 
dos los argentinos de fuerte mentalidad y demostrado 
patriotismo. 
Todos los hechos precedentes enseñan que si el Ge- 
neral Roca supo salir airoso en las nobles luchas por 
la gloria y la victoria, en las lides por la civilización 
refinada, será aclamado cual estadista talentoso, muy 
experto y de ilustración superior. 
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El sin igual Sarmiento, en bella descripción de nues- 
tro país, había afirmado categóricamente, en tiempo 
anterior a la Presidencia Roca: “El mal que aqueja a