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de noviembre de 1894. En dicha renuncia, de
cía el doctor Quintana : «Los últimos SUCESOS,
destruyendo mi significación política dentro del
gobierno del país, no me permiten asegurar á V.]
y ., . .
/ la cooperación que debiera esperar de mi perma
| nencia en el ministerio.» «Al volver al seno de
, ' . . . .
Y la vida privada de la que salí por convicción y
4 la que torno sin esfuerzo, afirmo bajo la fe de
mi honor y de mi conciencia, que cualesquiera
que sean miserrores, he servido lealmente la po
' lítica del acuerdo é inspirado todos mis actos en
' el bien de la República ». |
) El presidente, al comunicar por intermedio del |
ministro Terry la aceptación de la renuncia, lo
hizo en términos altamente elogiosos al doctor
Quintana,
«El señor presidente no olvidará nunca, — le
escribía, — la cooperación tan ilustrada como
eficaz que usted le prestó en momentos supremos en
que la paz pública peligraba y recordará siempre
con gratitud, la viril entereza con que usted con ,
tribuyó en primera línea 4 dominar una situación
llena de azares y peligros, levantando al país del
borde del abismo al estado tranquilo en que hoy
se encuentra. »