— 418 —
Las congregaciones relijiosas del cristianismo, que:
han sido la escuela de la virtudes mas heróicas, el asilo
de las ciencias, de las letras i las artes, son tambien las
que han prestado mas insignes 1 dilatados servicios a
la humanidad. No hai miseria ni necesidad humana que
no haya encontrado en los institutos relijiosos una Pro-
videncia sábia 1 bienhechora. Todos los que padecen de
alma i cuerpo han encontrado en ellos no solo quien los
acoja, sino quien vaya en su busca para socorrerlos,
(Varios diputados: ¡Es la verdad!)
Desde San Basilio, que fundó los primeros hospitales
del Oriente; desde San Lázaro, que fundó su órden para
cuidar de los leprosos, hasta San Juan de Dios, hasta
San Vicente de Paul 1 las Hermanas de Caridad, la his-
toria de las comunidades relijiosas ha sido la historia
de los mas sublimes sacrificios hechos para aliviar to-
das las miserias 1 dolores humanos.
Desde San Pacomio, que fundaba las primeras escue-
las permanentes il gratuitas para los pobres; desde los
Barnabitas, dedicados a fundar colejios i a cultivar las
ciencias; desde San Bernardo i Santo Tomas, lumbreras
de su siglo, hasta los Benedictinos, tan distinguidos por:
su jenio i por su inmensa erudicion, que no honran mé-
nos al espíritu humano que a la Iglesia, hasta los jesui-
tas, hasta los Hermanos de San Francisco Javier i los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, la historia de las.
congregaciones relijiosas es la historia de los mas insig-
nes servicios prestados a las ciencias, a las artes, a las
letras, a la instruccion i a la educacion de los pueblos.
Desde San Bonifacio hasta San Francisco Javier; des-
de el monje Agustin hasta los mas humildes misioneros
que dan su vida hoi mismo en el Japon i en la China,
por la conversion de los infieles, la historia de las comu=
nidades relijiosas es la historia de los mas jigantescos