O
Retirada en 1846 la Legacion Argentina el Oficial de ella
recibió órden de detenerse en Mendoza para hacer entreg:
del Archivo al nuevo Ministro nombrado, General Otero.
El despacho de éste no se realizo, y el Dr. Irigoyen per-
maneció en Mendoza hasta fines de 1850
Durante su residencia en aquella Provincia, observó una
conducta respetuosa y comedida con todos. — Unitarios,
federales, emigrados y no emigrados, fueron amigos suyos,
porqueá todos consideraba y atendia.
Por causas diversas, se encontró mas estrechado con el
círculo que se hallaba fuera del Gobierno y cuyos princi-
pales hombres eran, en aquel tiempo, D. Tomás Godoy Cruz
D. Juan Rosas, D. Juan Calle, los Molina, D. Nicolás Villa-
nueva y el Coronel D. Rufino Ortega, muerto mas tarde
-e€n la batalla de Pavon.
Su casa fué centro de todos los partidos Jamás admitió
compensación ni demostracion alguna por los servicios que
presto á las autoridades y á los particulares. Jamás negó
un servicio, si pudo prestarlo, cualquiera que fuera el co-
lor político y la situacion del que se lo pedia.
Al retirarse de Mendoza fué honrado con demostraciones
de amistad, por todos los ciudadanos. Conserva los “testimo-
nios mas estimables de esas simpatías, y hoy mismo á los
treinta años de ausencia, el nombre de Irigoyen es recor-
dado en aquella Provincia, espontáneamente y con aprecio
por los que le conocieron y por los que han venido despues,
Lil Ministro de Chile Sr. Balmaceda, al saludarlo en esta
ciudad, le dirigió estas palabras :
« Deseaba conocer al Dr. Irigoyen: desde que llegué á
Mendoza, he oido en todas las casas de aquella Provincia
pronunciar su nombre con predileccion. »
Entre los testimonios de consideracion que tuvo al reti-
rarse de las Provincias de Cuyo, recibió del Dr. D. Gui-