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mesa junto a mí, un papel viejo, ama-
rillento por un lado, que parecía servir
de señal, y que había permanecido allí
, Y q ln
durante tantos y tantos años por la ve-
meración de los herederos. Busqué a
tientas aquel papel imútil ; al fin do en-
contré, lo torcí, y arrimándolo a la mori-
bunda lama, lo encendí ; pero al mis-
mo tiempo, y come por encanto, vi apa-
recer en el papel, a medida que el fue-
go iba tomando cuerpo, ciertos caracte-
res amarillentos. Entonces un vago te-
rror se apoderó de mis sentidos ; apagué
el papel entre mis manos, encendí la
bujía en la lama, volví a desdoblar con
una emoción inderible la carta -arruga-
da, y conocí que una, tinte misteriosa y
simpática había señalado aquellas le-
bras, que aparecían únicamente al con-
tacto del calor ; algo más de la tercera
parte del papel había sido consumido
por la llama. Aquel papel «era el que
ahora tencis en la mano. Volvedlo a leer,
¡Dantés ; cuando hayúis concluído, yo 08
acabaré las frases interrumpidas «y «el
sentido imcompleto. ;
Y Faria ofreció con orgullo el papel
a Dantós, quien leyó esta vez ¿vidumon-
te las siguientes palabras, trazadas 20D
na tinta rojiza como de «orín :
»Hoy 25 de abril de 1498, ha
“jandro VI, y temiendo queno
quiera heredarme y me reser
y Bentivogio, muertos envenenados,
mii heredero universal, que he se
por haberle visitado conmigo, es decir, en
isla de Monte-Cristo, todo cuanto po
drorías, diamantes, joyas, que yo únicamento
puede ascender a cerca de dos millo
encontrará levantando la vigésima ro
ancón del Este, enla línea recta. Dos.aber
en esas grutas; el tesoro está en el ángulo más le
el cual tesoro le lego y concedo en toda pre
único heredero;
25 de Abril de 1498»
Ges
—Ahora — replicó el abate—, lecd es-
te otro papel.
Y presentó a Dantés una segunda ho-
ja, con otros fragmentos de renglones.
Dantés lo tomó y leyó :
biendo sido convidado a comer por Su Santidad
contento con haberme kecho pagar el capelo,
vela suerte de los cardenales .Caprara
declaro a mi sobrino Guido Spada,
pultado en Un lugar queiconoce
las:igrutas de la pequeña
seía de oro en barras, monedas pe
sé la existencia de ese tesoro «que
nes: de escudos romanos y que
ca, empezando desde el pequeño
* duras han sido practicadas
jano de la segunda,
piedadl como a ná
wre ¡Spadts
“ALEJANDR
O DUMAS
Faria observaba con ansia las impro-
siones de Dantés.
Luego que le hubo visto llegar a la
última línea, le dijo :
—Juntad ahora los «dos fragmentos,
y juzgad por vos mismo,
Obedeció Edmundo; juntos los dos
pedazos, dabam el contenido siguiente :
«Hoy, 25 de abril de 1498, ha...biendo
sido convidado a comer por Su Santidad
Alejandro VI, y temiendo que no... con-
tento con haberme hecho pagar «el cape-
lo, quiera heredarme y me reser...ve Ja
suerte de los cardenales Caprara y Ben-
tivoglio, muertos envenenados... decla-
ro a mi sobrino Guido Spada, mi herede-
ro universal, que he se...pultado en un
lugar que conoce por haberlo visitado
conmigo, es decir, en...las grutas de la
pequeña isla de Montecristo, todo cuanto
po...seía de-oro en 'barras, monedas, pe-
duerías, diamantes, joyas, que yo única-
mente...sé da existencia de este tesoro
que puede ascender a cerca de dos mi-
lla...nes de escudos romanos, y que en-
contrará levantando la vigésima ro...
ca, empezando desde el pequeño ancón
del Este, en la línea recta. Dos aber...
turas han sido practicadas «en esas gru-
tas; el tesoro está en el ángulo más
le...j¡ano de la segunda, el cual tesoro le
lego y concedo en toda pro...piedad co"
mo mi único heredero.
»25 "de abril de 1498.
y0es...awre Spada.»
-—¡ Y bien ! ¿Comprendéis al fin ?—di-
jo Faria.
- —¿Luego era la declaración del «car-
denal Spada, y el testamento que se bus-
caba después de tanto tiempo? — dijo
Edmundo sin 'osar wún creerlo,
—-Sí, mil veces si.
—Pero, ¿quién la ha completado de
esa modo?
—Yo, que con el auxilio del pedazo
que poseía, he adivinado lo demás mi-
diendo el largo de los renglones con el
papel, y adivinando el sentido oculto e
favor del sentido visible.
-—¿ Y qué hicisteis cuando pensasteis
haber adquirido esa convicción?
——Quise partir, y partí inmediata-
mente, llevando conmigo el principio de