Full text: La hermosa jardinera (5)

reia 
A 
Esta dijo alguna palabra al oído del latrofaccioso. 
»Miró Pedro con mucha atención á la marquesa y á 
su hijo. 
»La posadera seguía hablando en voz baja, y el atezado 
rostro de Pedro se iba serenando poco á poco. 
»Al cabo pronunció á su vez algunas palabras, lleván- 
dose la mano al corazón. 
»—Señora — dijo. la posadera á la marquesa. — Pedro 
consiente en protegeros, y así me lo juró. El juramento 
de Pedro es sagrado, y me lo juró por la Virgen. Dice 
que es preciso que abandonéis inmediatamente á Ojaca, 
y durante la noche, porque José Minós piensa empren- 
der mañana una expedición. 
»—¿ Y bien?—dijo la marquesa. 
»—Pues, para que atraveséis la montaña sin peligro, 
necesitáis un salvoconducto de José Minós, y para obte- 
nerlo, se necesita llegar antes de que se haya marchado 
el señor José. 
»Hizo la marquesa una señal de asentimiento, dando 4 
entender al latrofaccioso, que consentía en ponerse bajo 
su protección. 
La Criada, 4 la que llamó la posadera, fuese á llamar 
al postillón. 
»En un momento engancharon las mulas á la silla de 
postas, y Pedro subió al pescante al lado del ayuda de 
cámara. 
»Algunos minutos después, tomó asiento la marquesal 
en el coche, habiendo dejado, antes de hacerlo, algunas 
monedas de oro en un rincón de la chimenea, empren- 
diendo el viaje llena de confianza en el bandido.
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.