Full text: Los estranguladores (2)

— 208 —= 
cortesana... y el oro que gasta es un oro que se 
ganó con baldón é ignominia» ¿qué sería lo que 
responderíais ? É 
— Vas muy lejos, Rouquerolles, — observó un 
miembro del club. 
—¡Tanto peor!—respondió el marqués, prenda- 
do de los encantos de Aspasia.—El papel de ejecu- 
tor es á veces honrado, 
Luciano estaba muy pálido. > 
No obstante, permaneció muy tranquilo y dijo 
con dulzura mirando al marqués: 
—¿ Y quién es ese hombre al que queréis ejecutar? 
Un hombre que lleva un apellido prestado. 
-Como ese se encuentran muchos por el mundo. 
—Se trata de un hombre que no puede decir 
cuál es el origen de su fortuna. 
Estremecióse Luciano. 
Se contuvo, sin embargo, aun. 
—Se trata de un hombre,—añadió el marqués, 
—al que supongo hijo de una cortesana, y que si 
no me prueba lo contrario... 
Al oir estas últimas palabras se puso en pie Lu- 
ciano. 
No pronunció ni una palabra y esperó. 
Su actitud era tan imponente que todos cuantos 
le rodeaban y habían oido las últimas palabras 
de Rouquerolles, comprendieron que se iba á re- 
presentar un drama terrible. 
1 
¿Cuál fué el desenlace de ese drama, cuya pri- 
mera escena hemos visto desarrollarse? 
Esto es lo que relataremos en el interesante epi- 
sodio HISTORIA DE UN CRIMEN,
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.