XIV,
Ahora, para dar explicación de este rapto,porque
lo era, los dos hombres se apoderaron de Gipsy,
la ataron y amordazaron, reduciéndola á la impo-
tencia y echándosela sobre los hombros y tomando
con ella la dirección del puente de Londres, tene-
mos que retroceder unas cuantas horas.
Tenemos por necesidad que volver á reanudar
nuestra narración en el momento en que sir Jorge
Stowe, después de marcharse miss Cecilia, vió
entrar de pronto al baronel sir Jacobo Nively, al
apuesto capitán de cipayos que le dijo con acento
emocionado: :
¡A Kalí han hecho traición! ¡Gipsy tiene un
amante! 4
Sir Jorge Stowe era, y de ello no podía dudarse,
el jefe supremo de los estranguladores de Londres,
ejército invisible y misterioso que la India opri-
mida desparramó en la metrópoli de sus opresores,
El fanatismo político acudía en auxilio del reli-
gloso,
La diosa Kali tenía su razón de ser, porque
aquella divinidad hacía sobre todo la guerra á los
ingleses, y muy raras veces un indio era objeto de
sus furores.
Así pues, sir Jorge Stowe era el hombre que en
Londres ejercía el poder supremo,
El era quien se entendía directamente con los
jefes misteriosos que reinaban en el fondo de los
impenetrables bosques del Indostán.
A 6l le obedecfan todos desde el indio de atezada
piel, que se ocultaba bajo la blusa del marinero en
la cala de un brick mercante, hasta el brillante
oficial de cipayos que figuraba con el nombre del
baronet sir Nively.
Era sir Jacobo Nively un oficial rubio, de cutis
de afemináda blancura, de costumbres ejemplares
y en vista de esto habría hecho desternillar de risa
4 los miembros de un club cualquiera, en el Pall